El cambio climático ya está impactando con más sequías y más inundaciones, y las estrategias de prevención para el futuro aún no están adoptadas. Todavía falta que se concrete una protección efectiva de los bosques y que haya más áreas protegidas para que no se sigan perdiendo más paisajes y más especies de animales y vegetales.
Aún persisten también serios problemas como la contaminación de cuencas de aguas, como es el lamentable caso del Riachuelo, y los residuos siguen abandonándose en basurales a cielo abierto, aunque en gran parte se podrían reciclar, según dijeron varios investigadores científicos y ambientalistas consultados por Clarín.
"Se han hecho avances, pero la Argentina aún no tiene definida una política ambiental", afirmó Osvaldo Canziani, meteorólogo y ex-presidente del Panel Intergubernamental de Cambio climático (IPCC), que ganó el premio Nobel de la Paz en 2007. "Sabemos que el cambio climático ya está produciendo su impacto negativo, pero en la Argentina aún no tenemos las redes de observación adecuadas para hacer un monitoreo efectivo de las lluvias y otros indicadores. Un gran acierto fue la decisión de la vuelta del Servicio Meteorológico Nacional a manos civiles".
De acuerdo con Canziani, el cambio climático global producirá mayor frecuencia de fenómenos extremos en el territorio argentino, como inundaciones y sequías, pero "el país no ha tomado medidas de adaptación que permitan minizar los impactos negativos, y evitar muertes, entre otras consecuencias".
El problema de la deforestación de los bosques fue frenado transitoriamente, a partir de la sanción de una ley nacional que fue reclamada por grupos ambientalistas y ciudadanos. Sólo queda el 20 por ciento de los bosques originales del país. Por la ley, se paralizó el avance de las topadoras. Ahora, las provincias deben fijar áreas para preservar, para un uso sustentable, y para convertir a la agricultura. "El dinero que el Estado debe girar para poner en marcha la ley todavía no apareció", resaltó Juan Carlos Villalonga, de Greenpeace Argentina."Creo que uno de los problemas más dramáticos es la falta de áreas protegidas", sostuvo Claudio Bertonatti, de la organización no gubernamental Fundación Vida Silvestre Argentina. En la actualidad, el 7 por ciento de la superficie del país está protegida, en forma de parques nacionales o reservas provinciales o municipales. "Pero el porcentaje óptimo debería ser mayor al 15%. No somos fundamentalistas, pero hay que alcanzar un equilibrio entre la conservación y los negocios del desmonte".
Otro problema: "La falta de acceso al agua potable, el derretimiento de glaciares, y la contaminación de acuíferos, ríos y lagos son los principales problemas. Debería realizarse un mejor manejo del agua para el futuro", opinó Pablo Canziani, director del programa de estudios atmosféricos de la Universidad Católica Argentina e investigador del Conicet.
La basura: "Ya sea en forma de basurales a cielo abierto o rellenos sanitarios, la basura se sigue enterrando. Sin embargo, se podría hacer una recolección diferencial, y se recuperaría el 80% de la basura", dijo Cecilia Allen, de la Alianza Global Antincineración.
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